Crecer,
Evolucionar,
Innovar.
Leyva
desde 1971
Leyva nace a principios de los años setenta, después de terminado el Frente Nacional. Desde entonces, la firma ha permanecido en el tiempo adaptándose a los cambios sociales, económicos y políticos del país.
Leyva participó en los cambios normativos derivados de las conclusiones de la Misión Musgrave, la cual determinó que existía un grave desbalance en la estructura tributaria: la tarifa del impuesto a la renta era sesenta por ciento superior al promedio de las tarifas vigentes en otros países de la región. Además, el recaudo de impuestos indirectos se encontraba cincuenta por ciento debajo del contexto regional latinoamericano.
La Misión por ello recomendó fortalecer el recaudo de impuestos indirectos, lo que infortunadamente generó inequidad en la distribución de los ingresos de los contribuyentes. Esta tendencia de incrementar el recaudo a través de los impuestos indirectos se hizo evidente en todas las Reformas Tributarias de 1974, 1977 y de 1979.
En los años ochenta, las dificultades de las economías latinoamericanas y los fenómenos sociales (narcotráfico, violencia política, procesos de paz con grupos armados al margen de la ley) transformaron el panorama social y político de Colombia. Se crearon entonces proyectos que buscaban modernizar el sistema tributario en el país para intentar solucionar estos nuevos desafíos. En 1986 se pretendió introducir mayor equidad y neutralidad al impuesto de renta, fortalecer el sistema tributario, mejorar la eficiencia de la administración tributaria y reflejar el efecto de la inflación por medio del Sistema de Ajustes Integrales por Inflación. En 1989, el Decreto 624 (Estatuto Tributario) recopiló las distintas normas tributarias expedidas y vigentes hasta el momento.
La década de los noventa se inició con una nueva Constitución Política, escrita y aprobada por la Asamblea Nacional Constituyente. Fiel reflejo de un país incluyente, la Asamblea congregó las diferentes fuerzas políticas del país, incluidas las de los excombatientes de guerrillas recientemente desmovilizadas. Además, Colombia no fue ajena a las corrientes políticas y económicas internacionales que impulsaron la liberalización del comercio y la economía global.
Esta apertura económica se tradujo en una reducción de los ingresos tributarios debido a la disminución de los gravámenes arancelarios, de modo que fueron necesarias nuevas reformas que permitieran incrementar el recaudo. Durante la década se logró la aprobación de reformas tributarias al finalizar cada uno de los años gravables, lo que hizo que Leyva viviera un periodo de constante aprendizaje para lograr comprender y analizar satisfactoriamente los constantes cambios y sus implicaciones.
En el Siglo XXI la violencia incrementó no sólo debido a las iniciativas del Gobierno para confrontar a los grupos armados, sino también a los enfrentamientos entre éstos. El gasto en defensa aumentó, se consolidó el sistema financiero y el libre comercio. En la primera década se dieron cambios socioeconómicos notables, producto de la inversión extranjera en el país y de la influencia de medidas políticas adoptadas por países vecinos.
En el aspecto tributario se creó con carácter temporal el Gravamen a los Movimientos Financieros, aunque permanece vigente. Se introdujo el Impuesto al Patrimonio en algunos períodos gravables y se implantaron normas que benefician tributariamente a las personas extranjeras, tanto naturales como jurídicas. De igual forma se han implementado mecanismos que evitan la doble tributación internacional y se han incrementado los mecanismos para controlar la elusión y la evasión fiscal.
En el año 2016 culminó el Proceso de Paz con la guerrilla más antigua de Latinoamérica (las F.A.R.C.), lo que generó una polarización política en el país, entre quienes no aceptaban hacer ninguna clase de concesión a los actores armados y entre quienes sostenían que sólo mediante las concesiones recíprocas se podía concluir el conflicto. Si bien la suscripción del Acuerdo de Paz ha generado un incremento en el número de viajeros que han ingresado al país en los últimos diez años del ciento cincuenta por ciento, el post conflicto requiere de la asignación de recursos adicionales en el Presupuesto Nacional. Ahora bien, el gran reto en esta nueva etapa está en generar reales oportunidades laborales para quienes encontraron en la violencia y en el narcotráfico su fuente de sustento.
Al compás de estos ires y venires, Leyva no sólo se ha mantenido vigente, brindando una asesoría eficiente y oportuna en materia fiscal. Además, a través de los años, y dada una creciente demanda en otras áreas del derecho, la firma ha fortalecido su práctica en el ámbito corporativo y de los negocios en general, logrando con ello prestar unos servicios legales integrales.
En medio de estos aconteceres nacionales y también como consecuencia de las tendencias a nivel mundial, en cuanto a la internacionalización de los servicios legales, Leyva en asocio con Ontier, firma de origen español, creó Leyva Ontier en el año 2015. Leyva Ontier, le generó a Leyva la oportunidad de incursionar en nuevas áreas de negocios y midió satisfactoriamente la capacidad profesional de su equipo de abogados en un escenario global. Sin embargo, las diferentes visiones del ejercicio profesional, hicieron que Leyva retomara su rumbo como firma local, no sin desconocer la importancia de sus pares internacionales en diferentes países para la atención de sus clientes en otras jurisdicciones.
Es partiendo de nuestra historia, que en Leyva, queremos acompañar de manera integral y cercana, la evolución de sus negocios. En la tradición de nuestra firma, nos hemos mantenido a la vanguardia de los cambios normativos, para brindar asesoría legal eficiente y oportuna. Ofrecemos la experiencia de nuestro equipo para hacer posible sus proyecciones a largo plazo. Alineados con estándares internacionales e innovaciones en la cultura global, en Leyva transformamos los retos de nuestros clientes, en oportunidades legales y soluciones de negocio.